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Glaucoma infantil

Glaucoma infantil

El glaucoma es un grupo de enfermedades del ojo caracterizado por niveles de presión intraocular que dañan progresivamente el nervio óptico y las fibras del nervio que forma parte de la retina en el fondo del ojo.

El glaucoma, por algunos denominado “el ladrón silencioso de la visión”, no provoca síntomas por lo general hasta que la enfermedad está avanzada. Dejado sin tratamiento, el glaucoma daña progresivamente la visión y puede llevar a la ceguera. Aunque esta enfermedad no puede “curarse”, sí que puede ser controlada y su empeoramiento detenido conservando así la visión.

Uno de los artistas más significativos de la música, Ray Charles, comenzó a perder la vista a causa de un glaucoma. Desde los 5 años de edad. Lo que lo dejó ciego completamente cuando solo tenía siete años. El glaucoma se clasifica según la edad de aparición. El glaucoma que comienza antes de que el niño cumpla 3 años de edad se denomina glaucoma del lactante o congénito (presente al nacer). El glaucoma que aparece en un niño se denomina glaucoma infantil.

Síntomas del glaucoma infantil

El glaucoma infantil es poco frecuente, comparado con los adultos. Sin embargo una vez adquirido los síntomas pueden ser menos perceptibles. Puede afectar a un solo ojo o a ambos. Cada niño puede presentar síntomas diferentes. Los padres pueden lograr a percibir algunos indicativos como irritabilidad del niño, pérdida del apetito y nerviosismo. Sin embargo los síntomas más comunes pueden incluir:

  • Lagrimeo excesivo
  • Fotofobia (sensibilidad a la luz)
  • Cierre de uno o ambos ojos en la luz
  • Cornea nubosa
  • Un ojo puede ser más grande que otro
  • Pérdida de visión

Tratamiento del glaucoma infantil

El tratamiento del glaucoma infantil es muy diferente al indicado en adultos. Tiene como objetivo preservar la visión del niño más que controlar la presión intraocular, aunque ésta se usa para monitorizar el éxito del tratamiento. Para los niños el oftalmólogo debe tener en cuenta aspectos como la edad, el peso del niño, la intolerancia a ciertos medicamentos, estado de salud actual, antecedentes médicos y expectativas para la evolución de la enfermedad. Es importante comenzar lo antes posible con el tratamiento indicado, sea medicamentos o cirugía. Para no agravar la patología.