¿Qué es el blefaroespasmo?

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El blefaroespasmo consiste en el cierre involuntario de los párpados. El cierre es intenso, crónico y bilateral. Las contracciones involuntarias de los músculos se deben al mal funcionamiento de las neuronas del sistema nervioso central. Suele ser un proceso que avanza de forma gradual, aumentando poco a poco de intensidad y frecuencia. El cierre forzado de los párpados puede derivar en alteraciones visuales. Generalmente se inicia entre los 40 y 60 años de edad, aunque algunos pacientes han sido diagnosticados desde los 20 años.

Síntomas del blefaroespasmo

Los primeros síntomas del blefaroespasmo pueden ser un aumento ocasional del parpadeo de uno o ambos ojos, o simplemente una dificultad para mantener los ojos abiertos. La mayoría de los pacientes con blefaroespasmo presentan, además, sensibilidad a la luz (fotofobia), dificultad al leer, al mirar la televisión y sequedad de los ojos.

Si el blefaroespasmo progresa, los espasmos de los párpados empiezan a aumentar en frecuencia hasta que se hacen constantes. Dicho de otra forma, los periodos de relajación hacerse más cortos. Sin embargo, en algunos casos, los espasmos llegan a alcanzar un tope y se mantienen en este nivel sin progresar.

Causas del blefaroespasmo

Una vez que empiezan los espasmos pueden continuar de manera intermitente. Las causas más comunes son el estrés o la fatiga. Presentándose también por:

  • Alteración neurológica funcional en el sistema nervioso central.
  • Efectos secundarios de algunos medicamentos.
  • Falta de lubricación de la superficie ocular. Provocando el parpadeo constante para calmar la sensación de molestia.

El blefaroespasmo no se puede prevenir por lo que es importante detectarlo a tiempo. Y aplicar algún tratamiento como las gotas lubricantes, gafas de sol o aplicación de toxina botulínica que relaje los músculos temporalmente evitando que se contraigan. Es de vital importancia diferenciar el blefaroespasmo de otras enfermedades por medio de una evaluación oftalmológica, que descarte la presencia de una patología corneal, glaucoma u ojo seco.