Tratamientos y causas para el ojo seco

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El ojo seco es un problema oftalmológico muy común que puede producirse por varios factores. En esta enfermedad es muy importante tratar de identificar en cada situación cuáles son los factores que más influyen en el paciente, con un único objetivo, realizar un tratamiento lo más individualizado posible.

En muchos pacientes, se trata de una enfermedad de larga duración y normalmente no es posible que desaparezcan los síntomas de manera total, el objetivo de su tratamiento es disminuir en su mayoría la intensidad de los síntomas de nuestros pacientes.

Tipos de ojo seco

En primer lugar, hablaremos del ojo seco acuodeficiente, se caracteriza por una disminución en la producción de lágrimas acuosas, esta producción puede llevar a síntomas como picazón, sensación de cuerpo extraño y visión borrosa.

Seguimos hablando del ojo seco evaporativo, se caracteriza por una disminución en la producción de la capa de las lágrimas o por una mayor evaporación de esta capa. La capa lipídica es fundamental para evitar la evaporación excesiva de las lágrimas y mantener la superficie del ojo lubricada.

Causas del ojo seco

Existen una amplia variedad de causas de riesgo para padecer ojo seco. Algunas de ellas son, por ejemplo:

  • Edad avanzada.
  • Menopausia.
  • Traumatismos oculares.
  • Utilizar lentillas.
  • Mala alimentación.

Entre muchas otras, estas son parte de las causas del ojo seco.

Tratamiento del ojo seco

Sabiendo ya de que se trata el ojo seco como hemos explicado anteriormente, tendremos que hacer una modificación, en vez de utilizar la hidratación natural de nuestro ojo que proporciona nuestra lágrima, tendremos que aportar lágrimas artificiales u otros geles que mantengan hidratada de forma correcta la superficie ocular.

En muchos pacientes, aparte de este tratamiento, también hay que ponerles una serie de tratamientos físicos para que mejoren de alguna forma la calidad de nuestra lágrima o que permitan la mayor permanencia de la lágrima tanto artificial como natural. Por supuesto, a conjunto, debemos de instaurar tratamientos antiinflamatorios, inmunomoduladores o derivados hemáticos.

Por último, en algunos casos de pacientes, la cronicidad de los síntomas, puede provocar la aparición del “dolor neuropático”, es un dolor producido por la estimulación crónica de las terminaciones sensitivas de la superficie ocular y pueden permanecer hasta en el caso de que los signos de sequedad de la superficie han disminuido de manera considerable gracias a este tratamiento.

¿Cómo se diagnostica la sequedad ocular?

El ojo seco puede diagnosticarse mediante el Test de Schirmer, que mide la cantidad de lágrimas que producen los ojos. Se mide colocando una tira de papel en el ojo y ver cuántas lágrimas caen en un periodo de tiempo determinado. Por otro lado, el tiempo de ruptura de la película lagrimal evalúa la estabilidad de la lágrima en la superficie ocular, consiste en introducir una solución de tinte especial en el ojo y esperar a ver cuanto tiempo tarda en aparecer la mancha seca en la película lagrimal.

La evaluación de los párpados es otra forma de diagnosticar ojo seco, ya que se examinan los párpados en busca de signos de inflamación o disfunción de las glándulas de Meibomio, estas pueden afectar a la calidad de las lágrimas.

Por suerte, en la actualidad tenemos avances tecnológicos que nos permiten realizar un diagnóstico individualizado de cada paciente.

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