Es un tratamiento quirúrgico que se realiza sin penetrar al interior del ojo y respetando la cornea del paciente a diferencia del trasplante corneal. Se implantan uno o dos segmentos semicirculares rígidos en el espesor de la córnea que actúan tensando y regularizando el centro de la misma mejorando así la calidad de la visión […]
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Como en toda técnica quirúrgica existen unos riesgos inherentes. Debido a que el Cross-linking actúa por necesidad directamente sobre la superficie corneal puede ocasionalmente producirse un retraso o alteración de la cicatrización con una recuperación visual mas lenta.
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Detener la enfermedad, el empeoramiento progresivo de la visión en el queratocono es un éxito real, y hasta ahora impensable, de esta cirugía. Hay que aclarar que la recuperación visual tras el tratamiento puede tardar varios meses pero con frecuencia ésta se acompaña de una mejoría de la calidad de visión en el ojo intervenido.
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